Tras el éxito de las ediciones anteriores, el Real Jardín Botánico de Madrid volvió a acoger Naturaleza Encendida, una experiencia lumínica en la que descubrir a uno de los primeros seres vivos que poblaron la Tierra. Asimismo, el espectáculo aterrizó por primera vez en el Alcázar de Cordoba, donde se recoge la esencia de la ciudad a través de impresionantes escenarios lumínicos y proyecciones fascinantes exclusivas. Origen y Raíces, llevan por nombre respectivamente. 

Naturaleza Encendida ofrece a sus visitantes un viaje nocturno a través de la luz y el sonido en espacios naturales de importantes núcleos urbanos. Año tras año, ha agotado sus entradas en tiempo récord en ciudades como Barcelona, Valencia y Tenerife. Con más de un millón de luces instaladas en diferentes espacios del recinto, el recorrido se transforma en una aventura mágica para toda la familia, dejando la boca abierta a todos los presentes gracias al despliegue lumínico y sensorial y su cuidado y singular diseño artístico y técnico.

Gracias a la confianza de LetsGo, productora del espectáculo, Fluge Audiovisuales se encarga de suministrar el equipamiento audiovisual de ambas ciudades. Fluge Audiovisuales trabaja desde la primera edición de Naturaleza Encendida codo a codo con LetsGo y distintos diseñadores de iluminación, encargados de la creatividad audiovisual. En esta nueva edición, Fluge y LetsGo han trabajado junto al diseñador Chus Fernández para hacer del espectáculo una experiencia inolvidable y única.

Para hacerse una idea del volumen de la dotación instalada en ambas ciudades, Fluge Audiovisuales ha suministrado cientos de equipos de iluminación de las marcas Clay Paky, CLF, Robe, Elation, URC, Cameo o MA Lighting, 28 proyectores láser Panasonic de 7000 lúmenes, dos de 12000 lúmenes, uno de 15.000 lúmenes y tres de 20.000 lúmenes, además de contar con cuatro sistemas media server Watchout. En el apartado de sonido se ha utilizado un sistema de sonido compuesto principalmente por 120 cajas acústicas Audac WX802MK2/OB. Su elección vino derivada de su sencillo diseño y reducido tamaño, capaz de pasar desapercibido a lo largo del recorrido, y su grado de protección climatológica IP65.

Dadas las características únicas del espectáculo, el requisito técnico indispensable fue desplegar una dotación audiovisual que cumpla con la normativa de protección IP. Los equipos lumínicos, de sonorización y vídeo instalados cumplen en su mayoría con este requisito de protección IP65 o bien se ha desarrollado una cobertura de protección específica. De esta manera, los equipos expuestos a una gran variedad de condiciones ambientales en exterior, trabajan con normalidad y sin riesgos.