Viendo su trayectoria desde las Bellas Artes hasta el mundo audiovisual y de los grandes espectáculos, me gustaría conocer cómo se fue produciendo esa deriva y cómo fue descubriendo todas esas formas de expresión, a priori alejadas de la concepción clásica de la expresión artística.
Yo doy unos cursos y siempre digo lo mismo, porque para mí es un lema en mi vida, que es “la vida pasa mientras haces otros planes” que decía Lennon. Entonces efectivamente yo estudié Bellas Artes aunque me especialicé en pintura, una cosa muy manual, muy solitaria y muy poco tecnológica. Pero por mis relaciones con los medios teatrales, familiares, siempre he tenido muy cruzadas las dos actividades. Estudié pintura, luego me especialicé en escenografía, me fui a Milán, pero bueno, siempre he tenido un pie puesto en el mundo del teatro especialmente. Esto fue transformándose y convirtiéndose en algo en el que me vi diseñando contenidos, espectáculos y durante un periodo muy largo enfocados al gran espacio público, saber cómo hacer la fiesta en la calle y tal vez por mi preparación, por mi cultura y por mi vinculación al mundo escénico. Ahí se dieron un montón de factores que me llevaron a montar, a concebir y a diseñar espectáculos siempre efímeros, porque son espectáculos que suceden en el espacio público, en la calle, donde es una gran sorpresa y un gran evento, pero que empiezan y acaban. Si en el barroco lo efímero era algo que se construía con puntas y madera y se pintaba y se hacían enormes forillos que transformaban la ciudad, ahora la manera de transformar la ciudad de una manera efímera, a través de la tecnología. Entonces es absolutamente necesario y útil el usar los grandes avances tecnológicos, en este caso la videoproyección o en otros casos otros tipos de soportes para transformar la ciudad y para contar historias desde unos soportes singulares.
¿Considera el audiovisual el soporte del siglo XXI para la expresión artística?
A mí me parece que el audiovisual nos permite contar cosas de una manera diferente en espacios singulares. Lo que sí me parece importante, y yo creo que en este videomapping que hemos hecho juntos lo hemos conseguido, es que el audiovisual y toda la tecnología y todas las herramientas que uno tiene se usen con el fin de contar una historia. A mí me pasa muchas veces que veo cosas apoyadas por los audiovisuales que pierden interés porque se usan de una manera un poco contemplativa. A mi sí me interesa usarlo, tal vez por este pasado teatral, para poder contar algo y que sirva como elemento narrativo en este tipo de espectáculos que diseño. Probablemente si yo, como artista plástica o como pintora, hubiera evolucionado y hubiera terminado usando el audiovisual como herramienta, pues efectivamente lo usaría como lo usa Canogar que lo usa para contar y trasladar su mundo creativo, como herramienta y como soporte para su mundo creativo. Sin embargo, para el espectáculo, las grandes conmemoraciones o los espectáculos deportivos y todos los espacios en los que se usa el audiovisual, me parece que tiene que ser un apoyo para seguir contando una historia.
En Costa Rica que hicimos con Borja (Fluge BNC) aquella demencia que hicimos, los Juegos Centroamericanos. Nos llevamos todos los aparatos que tenía porque siempre nos vamos con todos los aparatos que hay en el mundo, se trajeron también de Alemania… En fin, fue una demencia. Todo se usó en pro de la narrativa del espectáculo… para poder hacer la bandera costarricense más grande envolviendo todo el estadio nacional. En conclusión, para apoyar toda la narrativa de la historia que uno quiere contar.
Es mucha ya la experiencia que tiene interviniendo artísticamente espacios públicos ¿cuáles son las singularidades de estos proyectos con respecto a exposiciones en espacios museísticos o que están destinados específicamente a la exhibición artística?
A mí me parece que lo más importante para trabajar en el espacio público es que no todos los espacios sirven para el mismo objetivo. A mí me parece que una parte muy importante de cuando se diseñan estas conmemoraciones es pensar en el espacio. Ahora estamos centrados en la Plaza Mayor, por eso cuando decidimos hacer el videomapping yo lo que tenía clarísimo es que tenía que ser un 360º, o sea que la peculiaridad del espacio pedía a gritos que se usaran las cuatro fachadas. Cuando los proyectos no suceden en una plaza como cuando hice el Año Greco pues era usar toda la ciudad de Toledo. Entonces tú vas, localizas y los distintos espacios de la ciudad no los puedes utilizar para lo mismo y tienes que ir concibiendo la ciudad como escenario y cada espacio pide un tipo de intervención, un tipo de programa y un tipo de espectáculo. Por eso es muy importante esa visión espacial y ese uso del espacio como escenario que te implica pensar en una programación específica.
¿Y el público? ¿De qué forma introduce el factor de interactuar con un público que muchas veces se encuentra de forma inesperada con su intervención?
Ese es otro de los hándicap de trabajar en el espacio público. Nosotros tenemos una especialidad muy rara que es que somos una empresa de grandes eventos de ciudad, nos denominamos así, grandes eventos de cuidad. Al estar en la calle, al hablar de ciudad y hablar de espacio público tú ya para empezar tienes algo con lo que cualquier creador no cuenta: Nosotros estamos obligados a trabajar para todos los públicos. El que va a un teatro, compra una entrada y previamente se ha enterado de lo que va a ver, el que entra en el Prado sabe que va a ver cuadros, el que va a un concierto de rock and roll ha elegido el concierto que va a ver. Nosotros contamos con público que se ha informado y acude y contamos con público que se lo encuentra, con público que pasea por la calle y se encuentra eso. Por ello es muy importante programar pensando indefectiblemente para todos los públicos, para lo que se entiende como público familiar. Yo cuando hice la primera Cabalgata de Reyes lo primero que pensé en su momento (me había encontrado una cabalgata muy orientada solo a niños), es que me pareció que era un castigo para los padres el someterles a algo solo para niños y luego un desperdicio, porque si tu cuentas con unos públicos tan heterogéneos lo que tienes que hacer es satisfacer y tener distintos niveles de lenguaje y de lectura, y eso es un poco en lo que trabajamos cuando estoy en la calle. Aprovechar ese espacio, aprovechar ese evento y que lo que el público va a ver tenga distintas lecturas, que interese al niño de 7 años y que interese al abuelo de 80 años y que la información sea tan amplia como para que le fascine o le capte la atención o el interés. Que el evento tenga distintas lecturas y distintos niveles.
Obviamente la altísima calidad no está reñida con todo esto. También me importa mucho y yo siempre digo cuando me ofrecen proyectos y discutimos sobre el proyecto, que prefiero hacer cuatro cosas fabulosas a hacer cincuenta cositas en el espacio público; otra cosa es que me llamaran para programar una salita pequeña en una junta de distrito, entonces ya te lo planteas de otra manera, pero cuando te piden que hagas una conmemoración, un centenario, un aniversario o una inauguración a mí me parece que estás obligado a dejar sorprendido al público en un periodo de tiempo corto, en el caso de un videomapping o en el de un castillo de fuegos artificiales, realmente jugar con la sorpresa y la enorme calidad.
¿Por dónde se empieza a la hora de afrontar un gran reto como el de llevar a cabo la dirección artística del programa del IV Centenario de la Plaza Mayor de Madrid?
Ahí es donde se unen y donde se encuentra mi background de Delia Piccirilli pintora porque yo cuando me enfrento a diseñar un proyecto me enfrento casi como un creador plástico, busco un concepto que me alimente ese contenido, busco una frase, muchas veces es simplemente algo que he leído alrededor de eso, busco un concepto que me arrastre y me arme todos los contenidos. Por ejemplo, para el Año Greco, siendo El Greco una figura muy grande y con mucho riesgo de encasillar por el pintor y la época, de pronto leyendo un catálogo de Jonathan Braun de una exposición que se hizo de El Greco en el 85 en El Museo del Prado, me encontré una frase que me lo llevaba a lo contemporáneo, que me hablaba de la luz, del color de El Greco y eso me dio un argumento para cuando presenté el proyecto. A partir de ahí me podía permitir el lujo de hacer una programación 100% contemporánea, ya estaban las exposiciones para contar la historia y nosotros hicimos una cosa homenajeando a la figura pero desde propuestas contemporáneas.
En el caso de la Plaza Mayor el argumento ha sido otro, ha sido para qué nace la plaza castellana y qué sentido tenían cuando se hacían estas plazas. Se hacían para que en esas plazas sucediera todo, para que fuera el sitio donde se ejecutaba y se canonizaba, se coronaba y se vendía pescado. Era el espacio en el que sucedía todo y donde acudía la ciudadanía para festejar. Queríamos volver a que fuera así y de qué manera se podía hacer, haciendo una programación propia, haciendo cosas que sean una llamada para que los ciudadanos acudan a ver algo excepcional con distintas lecturas, desde la lectura contemporánea a través de propuestas de artistas contemporáneos que trabajarán en la plaza y la reinterpretarán, o una fiesta barroca que daremos en octubre o el famoso videomapping. Además de producciones propias, para que ese sea el espacio donde sucede todo, hemos buscado acuerdos con las unidades, desde la calidad, de producciones importantes de la ciudad de tal manera que el Teatro de la Zarzuela va a salir por primera vez a la calle y va a salir a la Plaza Mayor y va a sacar su lámpara, su escenario y se van a plantar en la Plaza Mayor, que esto es de lo que habla el espectáculo. Va a salir al sitio donde se reunían todos los madrileños y donde se siguen reuniendo y donde se reúnen durante esta conmemoración. El Teatro Real deja su Plaza de Oriente y su entorno y se viene a la Plaza Mayor. Un poco es esa idea, los grandes festivales, PhotoEspaña, todo eso está y va a tener un hueco en la Plaza Mayor porque es el espacio donde se encuentra todo y eso es un poco el leitmotiv que arrastra todo el programa.
¿Cuál es el evento estrella, el más relevante del IV Centenario de la Plaza Mayor?
Bueno yo creo que si un programa es sólo una cosa está mal concebido, porque se supone que a lo largo del año arrastras y vas dosificando eso. Abrimos con algo potente, que a mí me parece que es importante, abrimos con un videomapping muy ambicioso que yo creo que nos quedó todo muy bien y que nos sentimos todos orgullosos de haberlo sacado adelante con muy poco tiempo; también porque este proyecto nos lo encargaron con mucho menos tiempo del deseado. También es verdad que suele ser siempre así, tampoco hay sorpresas. Cuando yo hablaba con Óscar me decía que nos había faltado un mes, pero siempre nos falta un mes, y si hubiéramos tenido un mes más nos hubieran faltado dos semanas, porque el proceso creativo es muy canalla y siempre llevas hasta el límite las posibilidades. Antes cuando se hacían estas maravillas en el barroco y se transformaban los espacios con telones pintados y puntas de hacer y forillos que subían a vista, había menos cambios de idea porque decías esto lo vamos a hacer así, se empieza a trabajar y se hacía. Pero nosotros ahora la noche anterior puedes estar cambiando una imagen, tenemos tanto donde elegir que dilatamos tanto la decisión final que siempre nos falta tiempo. Entonces bueno, la inauguración siempre tiene que ser potente pero luego a lo largo del año siempre tiene que haber cosas importantes como lo que te he contado de este acuerdo con estos grandes centros de producción.
Vamos a hacer un programa preciosísimo en septiembre alrededor del verso que me parece que en la plaza tiene su sitio. Lope de Vega en la Plaza Mayor hacía justas poéticas y cuál sería la justa poética de ahora, realizando encuentros de grandes poetas. Vamos a hacer una fiesta barroca, un desfile que yo creo que va a ser otro de los bombones del centenario y vamos a tener un cierre que lo siento muchísimo pero no te lo puedo contar porque todavía estamos en una fase de cierre, entonces no lo puedo contar pero yo creo que vamos a tener un cierre también muy potente. Como ves todos son sus hijos y todos me parecen buenos.
¿Cuál es la relación que establece con las nuevas tecnologías audiovisuales?
Como te puedes imaginar yo soy de una época en la que para mí… yo me lo he ido apropiando a través de una enorme curiosidad, pero es verdad que hay una oferta inmensa, hay muchísimos creadores fantásticos que usan las nuevas tecnologías como herramienta y es fruto de la investigación y de gente listísima de la que me rodeo y me asesoran. Por ejemplo, para este festival de cuatro estaciones en la que artistas urbanos van a intervenir la Plaza, este Waterlive (pantalla de led que se ilumina al entrar en contacto con líquidos) que hemos hecho, ha sido un cacharro muy divertido y muy especial que también no deja de ser fruto de la investigación de estas nuevas tecnologías como herramienta lúdica, este programa se lo he encargado a una comisaria especialista en el tema que conoce muy bien a los artistas urbanos, que va a todos los festivales de luz y urbanos que hay en el mundo y que me ha ido asesorando; y por fortuna YouTube y los canales en los que vivimos instalados es una fuente inagotable de información que muchas veces le sigues la pista, te llega en un Whatsapp un YouTube de algo y dices ¡mira qué divertido es esto! y entonces te lo quedas y dices voy a ver esto donde está, cuánto vale y todas estas cosas que luego después las ideas vienen. Me parece importante estar híper informado y conectado y forma parte además de mi trabajo.
¿Cómo lleva los conceptos artísticos al proceso más industrial de la producción y los números?
Antes te decía que el giro del artista plástico a esto que hago ahora es salir de tu guión, osea un artista plástico es un señor que está en su taller, en su estudio, porque la pintura es un trabajo solitario y lo que yo hago ahora es un trabajo de equipo. En Ciudadano Kien hay un grupo de gente de cuatro o cinco personas que crece en función de los proyectos, un director técnico, dos personas de producción, un director de escena y yo pero hay unas personas de producción. Yo cuando hago estos cursos siempre hago esta broma, yo no sé hacer un Excel, realmente si sé hacerlo pero no lo hago; trabajo con personas, con mis compañeros de Ciudadano que son los que luego lo hacen. Yo los números, después de tantos años, los coloco, sé más o menos por dónde van los tiros, pero luego bajarlo a la tierra desde luego ahí hace falta… y la verdad que estas cosas mandan en los proyectos y mucho lamentablemente. Yo muchas veces cuando me llaman y me dicen hazme unos proyectos… les digo mira dime el presupuesto y no hagamos el camino al revés porque se pierde el tiempo. Suele haber unos números cerrados, es preferible que me digas qué tienes y ya con eso vemos donde vamos, porque es perder tiempo y energía. Generalmente este tipo de programas, que están ligados a la administración o a fundaciones, los números están cantados y no hay barra libre ni falta que hace. Yo me adapto y en función de esos presupuestos construyes un programa adecuado y mejor cinco que veinticinco si el presupuesto es pequeño, y si es grande… Yo estoy muy acostumbrada a trabajar bajo on demand.
Además, yo creo que ahí está un poco la estrategia, el talentillo que hay que tener para que te luzca. Y ahí hay otras cosas, no solamente se trata de hacer un buen programa, luego alrededor de este tipo de eventos hay otras cosas muy importantes como es la comunicación, como es la relación con los medios, con cómo se cuenta, como es hacer un documento que explique muy bien la intención de lo que estás haciendo o lo que estás contando. Detrás de un programa bueno, malo o regular (si es bueno mejor) hay un trabajo de documentación que se ha de preparar para poder contarlo bien, que también me parece muy importante.
¿Cuál ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado hasta ahora y cuáles fueron las mayores dificultades que tuvo que solventar?
Yo creo que un proyecto muy complicado fue el de Costa Rica, la inauguración y clausura de los juegos Centroamericanos. Fue un proyecto muy complicado por la distancia, porque eran equipos mixtos, porque se hizo todo a última hora, porque está muy lejos, porque había muchas carencias y muchos problemas técnicos en un espacio donde prácticamente ni ellos lo conocían bien. El estadio de San José de Costa Rica lo construyeron unos chinos, es una cosa muy surrealista porque fue un acuerdo que hizo el gobierno de Costa Rica como algo comercial y los chinos a cambio de este acuerdo comercial les regalaron el estadio. Entonces llegaron muchos chinos a San José y construyeron ese estadio que entregaron con carteles en chino y con un manual de uso en chino, de manera que nadie en Costa Rica sabía dónde estaba nada en este estadio. Nosotros 6 meses después de que se entregaran las llaves del estadio llegamos ahí y nadie sabía explicarnos donde estaba nada. Para que te hagas una idea, no sabíamos si había generadores, donde se enchufaba la luz… bueno pues así hasta el último día. Utilizábamos equipos que nos impusieron, con problemas que nos encontramos y obviamente como anunciamos estos equipos impuestos nos dieron algún desagradable problema; fue muy difícil, muy duro y muy difícil.
¿Cómo valora la proliferación en España de las megaconstrucciones y los grandes recintos en los que nadie ha pensado en dotar de contenido?
Vivimos una época pre-crisis en la que no eras nadie, o los ayuntamientos no eran nadie si no tenían un espacio multiusos o una sala de exposiciones fabulosa, y se construyó sin conciencia de que cuando tu construyes un espacio luego lo tienes que dotar de contenidos, y para dotar de contenidos tienes que tener un presupuesto y para mantener eso en funcionamiento también se necesita un presupuesto. Entonces todos esos espacios que se construyeron no me parecen mal, pero se construyeron con muy mala cabeza y son insostenibles y luego no hay dinero para programar esos espacios fabulosos. Que las Naves del Matadero tengan esa dotación y esa capacidad de que se transformen es fantástico siempre y cuando tengan uso, que hasta ahora lo ha tenido y que supongo que lo seguirá teniendo, aunque se cambie el modelo o criterio de para qué. Pero es verdad que en España hay espacios, y bueno hay los que se han quedado a medio construir que son ambiciosos pero se han quedado a mitad de camino. El problema es que luego hay que dejar una bolsita para dotar de contenidos y hay mucha gente capacitada para diseñar programas. No es un problema de que no haya, el problema es que tú lo que no puedes hacer es que eso viva por generación espontánea. ¿Cuál es el problema de fondo y real que para mi gusto es un problema grave? Es el desafecto general que hay de la cultura en nuestro país. Ahora porque estamos en crisis a una parte de la gente le parece que la cultura no es un servicio público y no requiere la misma atención que el autobús o la sanidad, para mi si lo requiere. Me parece tan importante y tan necesario para el bienestar de la sociedad, la cultura, como la sanidad, como el transporte público. A mí, a Delia Piccirrilli, me parece tan importante… me parece que la administración tiene que ocuparse, no quitándola de una cosa para ponerla en otra pero si atender la cultura, y si esto fuera así, pues es verdad que en las distintas administraciones, en todos los sitios donde se han construido todos estos espacios tendrían una dotación; que no significa enormes cantidades de dinero, significa de atención, de cariño y de protección a la cultura como servicio público necesario para que la ciudadanía crezca en su capacidad de entender la vida y de ser libres y esto lo da la cultura, y la cultura es algo que sucede en espacios culturales o en la calle que también puede suceder. Para mi gusto es la gran asignatura pendiente. Hubo un momento en el que se vinieron arriba construyendo espacios enloquecidos para hacer cultura pero no porque les importara la cultura sino porque había que colgarse la medalla de tener también un espacio y ahí están todos medios abandonados o muy mal usados.
¿Qué otros proyectos tiene por delante?
Bueno yo tengo una vida un poco multipack, también hago cine y decoración en cine y también estoy involucrada en proyectos relacionados con el cine, ahora con un par de series americanas en las que ya he trabajado y sigo trabajando, y luego Ciudadano Kien, mi empresa: tenemos pequeñas cosas, no todo es enorme como lo de la Plaza Mayor, tenemos una cosa en Alcalá de Henares, tenemos un proyectito abierto a ver si lo podemos cuajar en Málaga. Somos una empresa pequeña pero activa en esta parte específica de los eventos de ciudad. Entonces tengo muchos frentes abiertos y el estudio de pintura cerrado como te puedes imaginar.
Estábamos comentando antes sobre la proliferación de producciones extranjeras en España, utilizando España como un gran plató natural…
Yo he estado haciendo el año pasado una serie americana en Cáceres, previamente había hecho otra que ya se está emitiendo que se llama Emerald City en la cual una parte importante de los exteriores se rodaron en España. He estado un año entero haciendo esta serie que se llama Still Star-Crossed, he estado en Extremadura y hubo un día que en Cáceres rodábamos nosotros en una plaza, Juego de Tronos en la calle que bajaba y la Catedral del Mar en la plaza de al lado. Se ha puesto muy de moda entre las grandes productoras americanas rodar en exteriores, rodar en espacios reales no en platos, y es verdad que mientras esté de moda la época, que parece que está un poquito de moda el cine o la narrativa en la que estamos en una época: inconcreta como el caso de Juego de Tronos o concreta como Still Star-Crossed que es Renacimiento; España es un plató natural fabuloso porque tenemos muy buenos espacios, tenemos una geografía muy variada que permite, en muy pocos kilómetros, estar en la montaña o en la playa y luego tenemos un patrimonio fantástico que genera decorados naturales donde la intervención es pequeña y obviamente luego no tienes que construirte un palacete renacentista porque tienes palacetes renacentistas fabulosos en España. Entonces, por fortuna a eso se le une que hay muy buenos equipos técnicos y por tanto esto está salvando la profesión. El cine y todos los técnicos de cine tenemos que agradecerle mucho a estas productoras que vienen a rodar a España porque están dando mucho trabajo.
Para terminar, me gustaría conocer su opinión sobre la cultura como dinamizador económico.
Volviendo a la Plaza Mayor, los más activos, los que más han empujado porque la Plaza Mayor tuviera un centenario ha sido la Asociación de Comerciantes y Hosteleros; porque ellos entienden que revitalizar la plaza a ellos les genera una riqueza. Si van 8.000 personas a ver un videomapping estoy segura que, igual los 8.000 no, pero de esos 8.000 hay 3.000 que se toman una caña más de las que se hubieran tomado si no hubiera sido así. En Toledo ocurrió igual, para la gente, hosteleros, hoteleros y comerciantes el año Greco fue muy importante porque nosotros hacíamos programas que sucedían por la noche. Toledo, por ejemplo, es una ciudad que a las 8 de la tarde el AVE ha traído de vuelta a todos los extranjeros que han estado conociéndolo y se queda parada. Para ellos era fantástico que sucedieran por la noche cosas porque obligaba a que la gente se quedara a dormir o a cenar en la ciudad, claro que es un dinamizador; y el cine que se está rodando en España por supuesto, Cáceres lo que te contaba antes ha tenido los hoteles llenos y es muy importante, es otra cosa que entendiéndola bien y usándola bien… Los gobiernos desprotegen tanto la cultura y somos generadores de riqueza absolutamente, propia y ajena. EEUU lo tiene clarísimo, el cine es una industria y como tal se protege y a nosotros nos falta este salto. Todo llegará.