En Fluge nos acompaña Salvador Moreno, director artístico del Tour Prometo de Pablo Alborán, tras su visita a nuestras instalaciones  con motivo de los ensayos de la gira.

¿De dónde surge la inspiración para empezar a diseñar el show?

Yo creo que en primer lugar, para crear todo el concepto de la gira, lo importante son las canciones. Es decir, hay un nuevo repertorio, hay canciones antiguas y todas las del nuevo disco, había que escuchar muy bien las canciones y a partir de ahí, generar todas las imágenes. Mi labor, sobretodo, ha sido ponerle imagen a las palabras de Pablo, un universo a cada canción e intentar que todo eso tenga una homogeneidad a nivel de estilo y una coherencia y ritmo. No hay que olvidar que, de alguna manera, hacer una gira es como hacer una película. Tienes unos actores que son los músicos, una banda sonora, un guion que es la propia música, hay que crear un paisaje y hay que contar una historia con un ritmo para que el público no se aburra y te aguante dos horas ilusionado y esté todo el rato pendiente del show. Digamos que el concepto ha sido un recorrido a través de muchos universos, todas las canciones de Pablo. Esa sería un poco la idea general. Son canciones muy distintas, hay muchos universos, entonces esa era la idea del contenido y de la gira.

¿Cómo ha sido el proceso creativo que ha dado lugar a este Tour Prometo?

Primero al ser el Tour Prometo, empecé a darle muchas vueltas al significado de la promesa. La promesa tiene una parte que está en el aire, es volátil, una promesa puede ser real o no, por eso está como volando, pero tiene una parte muy terrenal, es decir, la promesa normalmente debe cumplirse, está anclada a la realidad. En esa dualidad, a partir de ahí, construí de alguna manera, empecé a diseñar el escenario por un lado. Por eso en el escenario tenemos una parte volátil, una estructura que está como volando y luego tiene una parte terrenal y las dos cosas encajan. Si cojo la estructura de arriba y la bajo encajan perfectamente, ahí es donde está la promesa, entre el cielo y la tierra. A partir de ahí también realicé el logotipo de la gira, que es una parte liviana y otra más pesada. Después creé el escenario y empecé a pensar canción por canción como podíamos traducir en colores e imágenes las letras de Pablo, el significado de cada canción. Un proceso creativo con muchos bocetos y dibujos, enseñándole continuamente a Pablo todo lo que hacía. 

El nuevo reto de esta gira respecto a la anterior, era estar mucho más implicado con Chus, diseñador de luces. Ha sido un trabajo de equipo a la hora de diseñar todo el rider de luces, a la hora de crear todo el arte de la gira. El reto era trabajar justamente todo al mismo tiempo, no pensar en audiovisual y luces de manera distinta, sino que lo que más potencia tiene a nivel de espectáculo es que todo vaya al unísono. Es decir, cuando hay un color en la imagen, que eso se apoye con un color en la luz y, que todo eso además, se apoye también con un movimiento escénico de los músicos. Mientras todo vaya en el mismo sentido, todo va a tener mucha más potencia y fuerza. Ese era el reto de esta nueva gira, para mí en particular, respecto a la anterior era eso, crear un show homogéneo donde todo estuviera pensado, desde la luz al movimiento escénico, al diseño del escenario y al contenido audiovisual, que todo fuera un mismo movimiento y creo que ha sido el reto de esta nueva gira.

¿Cómo ha sido ese trabajo en conjunto con Chus Fernández y con Pablo Alborán?

Ha sido durante el mes antes de venir aquí, a Fluge, todo el mes donde se gestó toda la gira. Chus es un profesional que lleva toda la vida y es un referente en este país en el diseño de luces, es una persona que controla muy bien la parte técnica y, además, es muy creativo a la hora de dar luz al proyecto y yo soy un principiante, llevo mucho en el mundo audiovisual pero no en el del espectáculo. Por eso Chus, sobretodo, me ha aportado esa parte técnica, porque muchas veces puedes tener muchas ideas pero necesitas a una persona que te diga esto no es posible o no va a funcionar o sí. Chus no solamente ha aportado el diseño de luces, sino la parte técnica, que es muy importante, porque las ideas si no se apoyan luego en la técnica no valen para nada. Ha sido una comunicación constante en ese sentido. Evidentemente con Pablo, teniendo la suerte de que es mi hermano, tengo una comunicación muy fluida con él. No deja ser un cliente, pero es un cliente al que puedo llamar a todas horas y que siempre me va a decir la verdad, aunque muchas veces la verdad de una manera muy cruda tiene su parte positiva y negativa. Pablo además de ser músico, es una persona que tiene mucha intuición para los movimientos escénicos, tiene mucha cultura visual y artística. No es un músico y simplemente se queda ahí, sino que además tiene mucha intuición para el mundo del espectáculo y saber lo que puede funcionar y lo que no. En esa fricción se ha ido construyendo la gira, continuamente hablando, discutiendo… y así es como hemos ido gestando todo esto. La verdad es que ha sido, muchas veces, un proceso, incluso, más bonito que la propia realización. El momento de las ideas, ese proceso creativo donde nada está todavía en el papel, muchas veces es incluso más atractivo que luego verlo ya realizado. Una vez que ya está realizado, ya está hecho y ya está, pero el proceso creativo es muy bonito porque no hay límites. Cuando tienes que ponerlo en un papel o en el formato de video, cuando tienes que poner la técnica, ahí ya hay muchos obstáculos, tienes el límite espacial del escenario, la altura, la boca del escenario, etc. Pero cuando todo  está en la cabeza no hay límites y ese proceso es muy bonito y atractivo.

¿Cómo ha sido la experiencia en el Plató LouLadi?

Fluge ya lo conocemos muy bien y estamos encantados con todo: el material que nos han proporcionado, los tiempos, la organización, el personal, la atención que tenemos aquí. Para nosotros, esto es una extensión de nuestra casa, nos sentimos como en nuestra casa y eso, tanto para Pablo, como yo y todo el equipo, es una maravilla porque trabajas a gusto y sabes que tienes el respaldo de una empresa que, bueno, que voy a contar yo de Fluge que no se sepa ya.  Tiene un nombre y una profesionalidad brutal y, por eso hasta ahora, por lo menos yo que he trabajado ya por segunda vez con Fluge, estamos encantados a todos los niveles. No lo digo por cumplir, lo digo realmente desde el corazón, estamos muy satisfechos y no podemos decir nada negativo, muy al contrario.

¿Qué le dirías al público que van a encontrar en este espectáculo?

Yo creo que no hay que preparar al público nunca para nada. Mi consejo sería: vete relajado y con ganas de disfrutar. No preparar al público para nada porque así es como yo voy a saber realmente como es el show. El público tiene que ir completamente desprendido de cualquier prejuicio. La pena es que hoy existen las redes sociales y, muchas veces, el show por ejemplo que va a arrancar en Latinoamérica, todo eso se va a grabar y a través de YouTube el público español va a saber y va a descubrir muchas cosas del show que a mí me da pena que descubran. Evidentemente no es el mismo show en Latinoamérica que en España porque todos los recintos son diferentes, muchas veces no llevamos el mismo material porque es difícil… pero a mí me encantaría que el público lo viera completamente vacío de cualquier prejuicio y que pudiera disfrutar del show y que no se olviden, esto ha sido para mí una premisa a la hora de hacer del show, de que esto es un espectáculo musical. Lo que tiene que prevalecer sobre todo lo demás es lo musical. Hay un artista encima del escenario que tiene que ser la luz del show, que es Pablo y está arropado con unos músicos que son impresionantes y además han trabajado muchísimo el aspecto musical y  el aspecto del sonido, se ha evolucionado mucho en ese sentido. Es un espectáculo mucho más potente a nivel musical, mucho más preparado para el directo, siempre se adapta el disco para el directo, por ello van a ver un espectáculo musical muy potente, eso tiene que ser el elemento protagonista del show y que, evidentemente, nosotros hemos venido con luz, con contenido audiovisual, coreografías y con todo lo demás a arropar todo eso, pero que no se olviden que van a ver a Pablo Alborán y que Pablo Alborán tiene algo impresionante que es una voz increíble y un talento musical brutal, todo lo demás viene a arropar todo eso. Al fin y al cabo la gente viene a ver a Pablo y tienen que venir a ver a Pablo, porque es él el que ha compuesto todo esto, el origen de todo este show, este universo que se ha creado alrededor. Hay mucha gente que se cree que van a venir a un espectáculo romántico y no. Van a ver rock&roll, bossa nova, música muy melódica, van a escuchar a Pablo al solo al piano, van a ver a Pablo dando saltos encima del escenario, van a ver coreografía, van a ver muchas cosas distintas y que se preparen para este espectáculo, que lo disfruten. Eso es lo que les diría.